Las sociedades secretas pueden ser una reliquia de tiempos antiguos, pero todavía tienen el poder de intrigarnos. Estas siete sociedades selectas, según creen algunos, tienen algún vestigio de influencia incluso hoy en día.
Los francmasones
La masonería se remonta al año 1717, cuando en Londres fue fundada la primera logia masónica (aunque los rumores sobre su existencia ya circulaban desde, por lo menos, un siglo atrás) y existe todavía. Los masones se convirtieron en sinónimo de apretones de manos secretos, rituales estrafalarios y una jerarquía en la que los miembros ascienden a través de varios niveles a medida que adquieren experiencia y respecto dentro de la sociedad. La mayoría de las sociedades secretas modernas se inspiraron en la masonería adoptando sus apretones de manos, palabras-códigos, rituales privados y complejas cadenas de mando, escribe 'The Huffington Post'.
Los iluminados
Pese a que los iluminados originariamente se ramificaron de los masones en 1776, ya desde su inicio se han convertido en el enfoque principal de los teóricos de la conspiración, muchos de los cuales les atribuyen sucesos como la derrota de Napoleón, el asesinato de Kennedy o el triunfo de Barack Obama en las presidenciales. En efecto, no hay ninguna evidencia de que existan todavía, pero eso solo parece aumentar su misterio.
Calavera y Huesos
Tal vez la menos secreta de las sociedades secretas, Calavera y Huesos de la Universidad de Yale (Connecticut, EE.UU.), fue fundada por William Huntington Russell en 1832. La organización cuenta con muchos prominentes jefes de Estado (entre ellos, los presidentes William Howard Taft, George Bush y George H. W. Bush), líderes de la industria y jefes de las agencias secretas entre sus miembros. La sociedad se reúne dos veces a la semana para rituales que se parecen a los masónicos, pero muchos afirman que la sociedad realmente no es más que una fraternidad universitaria glorificada.
Los rosacruces
Fundada a principios del siglo XV por Christian Rosenkreutz, la orden de Rosacruz pretendía usar las prácticas ocultas para lograr una transformación global. Dos siglos más tarde, con la publicación de tres manifiestos ganaron fama. Según creen los teóricos de la conspiración, los rosacruces fundaron a los masones, a los iluminados y al grupo de filósofos de la naturaleza el Colegio Invisible. También los consideran como la fuerza conductora detrás de cada revolución importante en la historia moderna.
El club Bilderberg
En 1954, las figuras más influyentes del mundo se reunieron en un hotel para discutir y planificar la agenda global del siguiente año. Desde entonces, han continuado reuniéndose anualmente, pero el contenido de sus conversaciones se mantiene en un secreto celosamente guardado. Técnicamente, Bilderberg no es una sociedad secreta, pero muchos teóricos de la conspiración se preocupan por la influencia que tienen sus reuniones anuales.
Los sabios de Sion
En 1920 un periódico propiedad de Henry Ford publicó una serie de artículos que reimprimían un documento antisemita llamado 'Los protocolos de los sabios de Sion'. El documento fue rápidamente desacreditado como un engaño, pero esos artículos fueron recogidos en forma de libro titulado 'El judío internacional', que influenció mucho en la expansión mundial del antisemitismo, en particular, en la formación de la ideología nazi. Así, Adolf Hitler fue influenciado por el libro y se apropió de muchas de sus ideas. Los teóricos antisemitas todavía creen que los protocolos eran genuinos y que hubo una conspiración judía para dominar el mundo.
Los Caballeros Templarios
A principios del siglo XII, nueve caballeros hicieron un voto para proteger a los peregrinos que viajaban a través de la Tierra Santa. Más y más caballeros se unieron, y la organización creció acumulando riqueza, fama y poder. En la cultura popular los caballeros asumieron el papel de proveedores de fondos de muchas otras sociedades secretas, así como de guardianes de los tesoros cristianos más sagrados como el Santo Grial o la sangre de Jesucristo. Sin embargo, los miembros de la sociedad fueron finalmente torturados y ejecutados por el rey francés Felipe IV, los señores feudales y la Iglesia católica, con lo que a principios del siglo XIV la organización se disolvió.
La masonería se remonta al año 1717, cuando en Londres fue fundada la primera logia masónica (aunque los rumores sobre su existencia ya circulaban desde, por lo menos, un siglo atrás) y existe todavía. Los masones se convirtieron en sinónimo de apretones de manos secretos, rituales estrafalarios y una jerarquía en la que los miembros ascienden a través de varios niveles a medida que adquieren experiencia y respecto dentro de la sociedad. La mayoría de las sociedades secretas modernas se inspiraron en la masonería adoptando sus apretones de manos, palabras-códigos, rituales privados y complejas cadenas de mando, escribe 'The Huffington Post'.
Los iluminados
Pese a que los iluminados originariamente se ramificaron de los masones en 1776, ya desde su inicio se han convertido en el enfoque principal de los teóricos de la conspiración, muchos de los cuales les atribuyen sucesos como la derrota de Napoleón, el asesinato de Kennedy o el triunfo de Barack Obama en las presidenciales. En efecto, no hay ninguna evidencia de que existan todavía, pero eso solo parece aumentar su misterio.
Calavera y Huesos
Tal vez la menos secreta de las sociedades secretas, Calavera y Huesos de la Universidad de Yale (Connecticut, EE.UU.), fue fundada por William Huntington Russell en 1832. La organización cuenta con muchos prominentes jefes de Estado (entre ellos, los presidentes William Howard Taft, George Bush y George H. W. Bush), líderes de la industria y jefes de las agencias secretas entre sus miembros. La sociedad se reúne dos veces a la semana para rituales que se parecen a los masónicos, pero muchos afirman que la sociedad realmente no es más que una fraternidad universitaria glorificada.
Los rosacruces
Fundada a principios del siglo XV por Christian Rosenkreutz, la orden de Rosacruz pretendía usar las prácticas ocultas para lograr una transformación global. Dos siglos más tarde, con la publicación de tres manifiestos ganaron fama. Según creen los teóricos de la conspiración, los rosacruces fundaron a los masones, a los iluminados y al grupo de filósofos de la naturaleza el Colegio Invisible. También los consideran como la fuerza conductora detrás de cada revolución importante en la historia moderna.
El club Bilderberg
En 1954, las figuras más influyentes del mundo se reunieron en un hotel para discutir y planificar la agenda global del siguiente año. Desde entonces, han continuado reuniéndose anualmente, pero el contenido de sus conversaciones se mantiene en un secreto celosamente guardado. Técnicamente, Bilderberg no es una sociedad secreta, pero muchos teóricos de la conspiración se preocupan por la influencia que tienen sus reuniones anuales.
Los sabios de Sion
En 1920 un periódico propiedad de Henry Ford publicó una serie de artículos que reimprimían un documento antisemita llamado 'Los protocolos de los sabios de Sion'. El documento fue rápidamente desacreditado como un engaño, pero esos artículos fueron recogidos en forma de libro titulado 'El judío internacional', que influenció mucho en la expansión mundial del antisemitismo, en particular, en la formación de la ideología nazi. Así, Adolf Hitler fue influenciado por el libro y se apropió de muchas de sus ideas. Los teóricos antisemitas todavía creen que los protocolos eran genuinos y que hubo una conspiración judía para dominar el mundo.
Los Caballeros Templarios
A principios del siglo XII, nueve caballeros hicieron un voto para proteger a los peregrinos que viajaban a través de la Tierra Santa. Más y más caballeros se unieron, y la organización creció acumulando riqueza, fama y poder. En la cultura popular los caballeros asumieron el papel de proveedores de fondos de muchas otras sociedades secretas, así como de guardianes de los tesoros cristianos más sagrados como el Santo Grial o la sangre de Jesucristo. Sin embargo, los miembros de la sociedad fueron finalmente torturados y ejecutados por el rey francés Felipe IV, los señores feudales y la Iglesia católica, con lo que a principios del siglo XIV la organización se disolvió.