A partir de ahí se puede obtener la idea de acción-reacción, la cual como sabemos es una ley que se da en el mundo físico. Pero también este principio sucede en los niveles de la psiquis, la mente y el espíritu. Lógicamente la acción-reacción en los niveles más sutiles no es tan sencilla como en el plano de los cuerpos físicos. El universo es circular y todo lo que emitimos nos regresa, pero más que nada como una ley universal cuyo motivo es despertar nuestra conciencia.
Los efectos de las experiencias en vidas pasadas se manifiestan en aspectos importantes de la existencia presente, influyendo en los intereses, hábitos y fobias. La causa de estas tendencias con frecuencia escapan a las explicaciones convencionales.
Conociéndonos mejor a nosotros mismos seremos más capaces de ir gradualmente elevando nuestra calidad interior y la del exterior o ambiente circundante.