Refrigerador que funciona con energía solar, enfría y produce hielo, pero no contamina
Este aparato funciona como los refrigeradores convencionales: enfría y produce hielo, pero no contamina y ahorra el consumo de electricidad. En fase experimental. A partir de una innovación propia, mejorada desde su primer prototipo de 2006, Roberto Best y Brown, académico de la institución universitaria, junto con un grupo de investigadores, desarrollaron un segundo equipo experimental de refrigerador solar, tecnología limpia que sustituye con energía solar térmica el alto consumo de electricidad que éstos generan en los hogares.
“Hay dos tipos de aparatos que se pueden usar con energía solar. Unos emplean páneles fotovoltaicos que producen electricidad, que les permite operar igual a los que tenemos en casa”, explicó Best y Brown.
“Otros, como el que desarrollamos en el CIE, utilizan energía térmica y, aunque se han propuesto desde hace tiempo con el uso de combustibles fósiles, los hemos adaptado a la tecnología solar.”
Todos los equipos solares tienen un refrigerante que se evapora para producir frío. Dentro del aparato se origina en la caja donde está el hielo y enfría todo tras evaporar a baja temperatura un refrigerante.
El universitario detalló que los sistemas convencionales cuentan con un compresor que usa energía eléctrica, comprime el refrigerante y lo vuelve a reutilizar. Mientras que su proyecto usa la energía térmica para generar ese refrigerante mezclado con un absorbente.
“Son equipos térmicos con intercambiadores de calor. La parte medular es cómo elevar la temperatura del sistema para regenerar el refrigerante y para eso usamos energía solar.”
Para el uso de refrigeración solar se prueban tres equipos a nivel experimental. “Estamos en la etapa de demostrar que operan continuamente, como lo espera cualquier usuario, aunque sólo emplee parcialmente energía solar”.
Destacó que hay mucho interés en su desarrollo, pero en la industria se requiere uno que ya se pueda comprar e instalar.
“Necesitamos una segunda generación mejorada y trabajamos en ello. Espero que en cuatro o cinco años tengamos el apoyo de una empresa para que se puedan comercializar. La idea es transferir la tecnología y llegar hasta la comercialización.”
Junto con sus colaboradores, Roberto Best y Brown tiene varios desarrollos que utilizan concentradores solares, colectores planos y tubos evacuados que permiten, según la aplicación, producir frío para generar hielo o echar a andar sistemas de aire acondicionado.
“Este sistema térmico nos sirve tanto para dar calor a un sistema de refrigeración o en el caso de usar agua caliente en una casa o industria, y hacerlo simultáneamente”.
Su intención es combinar sistemas. “Si no tenemos energía solar podemos usar una caldera o un calentador de gas; en algún momento puede usarse biogás generado de desechos o de calor del proceso que se tenga. Hay varias opciones de respaldo, con el uso de la mejor combinación posible, y ahí es donde entra la ingeniería”.
La energía solar térmica se usa básicamente para calentar agua de regaderas y albercas. Se trata de un recurso abundante y disponible todo el año en casi todo el territorio nacional. “Pero es intermitente y tenemos que buscar la forma de almacenarla si queremos extender las horas de uso, o si la tecnología que se requiere depende de un cierto nivel de temperatura, entonces necesitamos pasar de un colector solar más simple a uno más complicado y costoso”.